Un relato, un poema
Los ojos del grumete
En esos cementerios verdes del mar profundo,
verdes marinos sueñan
con lejanías verdes…
esas lejanías verdes
del mar profundo,
en verde espejo se miran los peces
que en madrugada con lunas de perlas
cruzan senderos verdes...
¡Verdes senderos...! Miradas de las novias
que desde tierra firme
persiguen a un grumete
que al partir
solamente tenía quince años,
radiante el pelo
y los ojos verdes.
...Y un galeón de Indias cargado de ilusiones...
Ahora sus labios tienen
la canción quieta vacía de sonidos.
...Y enredado en las jarcias
se mece el pelo verde....
En las noches de calma
el mar imita al cielo
y fulgen como estrellas
los ojos del grumete.
El desierto
...Y está el desierto en flor...
Los pedregales
iluminados de extraña fragancia
en arco iris de luceros nuevos.
Los hombres solitarios
sienten fulgir su corazón
y el fuego
inmortal y sublime del espíritu
pone azules de ensueños los senderos
de arena… El alma florecida
se deshace en luz suave. Como al cielo…
Poemas de Angelines Laín Carrasco