¿Cuándo regar el césped? ¿Y cuánto?
El riego del césped es uno de los cuidados básicos que debemos tener para conseguir que nos dure mucho tiempo en buenas condiciones, que esté verde y vibrante y que resista bien el estrés de las inclemencias del tiempo, tanto en invierno como, sobre todo, en verano.
En los veranos secos y calurosos hay que regar el césped una vez al día, por la mañana temprano, durante el tiempo necesario para que reciba una cantidad de unos 20 litros de agua por metro cuadrado (o de 20 milímetros, que es lo mismo).
Cuidado con hacerlo con frecuencia pero con poca cantidad
Hay que tener cuidado con no hacerlo con demasiada frecuencia y sin suficiente agua. Regar un jardín un poco cada día es uno de los mayores errores que puedes cometer con tu césped.
Como regla general debes saber que echando un litro de agua por metro cuadrado de jardín, el agua penetrará en el suelo hasta una profundidad de un centímetro, como mucho.
Si echas esa cantidad, poca de ese agua le llegará a las plantas. Si riegas frecuentemente pero con poca cantidad, el agua no va a llegar a las raíces, sino que se va a quedar en la superficie y se evaporará rápidamente.
Para que el césped esté regado adecuadamente hay que darle por lo menos 20 litros de agua por metro cuadrado cada vez que lo necesite. De esta forma el agua penetrará hasta unos 10 centímetros y las raíces del césped podrán aprovecharse de ello.
Es mejor regarlo menos frecuentemente y con más cantidad.
La única excepción es cuando el césped está muy nuevo. En este caso las raíces están muy a ras de suelo y conviene que éste esté permanentemente húmedo. En estos casos sí conviene regar con frecuencia y en cantidades menores.
Mejor temprano por la mañana
La respuesta a cuándo es el mejor momento para regar, sobre todo en verano, es cuando hace menos calor y el sol no está dando de pleno en el jardín.
Al amanecer o al atardecer son el momento adecuado. Sobre todo el amanecer, cuando todavía no hace calor ni viento suficientes para que el agua se evapore demasiado rápido. Por otro lado, si lo haces por la noche, o muy cerca del anochecer, el césped estará húmedo muchas horas, lo que lo hace susceptible a enfermar más fácilmente.
Lo más importante: observa tu césped
Hay que tener en cuenta que el tipo de tierra y la variedad de césped que tengamos plantado pueden hacer que varíe el cuándo y cuánto hay que regarlo.
Si la apariencia del césped es apagada y quebradiza, es que le falta agua. No se recuperará bien de las pisadas y es más susceptible a las enfermedades. Tienes que aumentar la frecuencia o la cantidad del riego.
Si está verde, vibrante y elástico y se recupera bien de las pisadas el césped está bien regado. Mantén el ritmo que lleves mientras no cambien las condiciones meteorológicas o cualquier otro aspecto que pueda afectar al césped.
Si en cambio está verde pálido o amarillento y las hojas blandas, posiblemente esté regado en exceso.
Si aún así tienes dudas, puedes hacer también otras cosas para ver cómo está tu césped:
Prueba por ejemplo a introducir un destornillador en el suelo del jardín. Si se introduce fácilmente hasta 15 centímetros el césped está recibiendo una cantidad adecuada de agua cada semana. Si no, si no puedes introducirlo tanto, es que seguramente necesitas incrementar la cantidad o frecuencia del riego.
Si ves hongos o setas es que probablemente lo estás regando en exceso.
Para medir la cantidad, usa el metro
Para saber si el césped está recibiendo la cantidad adecuada de agua en cada riego, puedes poner unos recipientes en distintos sitios del jardín y medir verticalmente la cantidad de agua que reciben. Recuerda que 20 milímetros equivalen a 20 litros de agua por metro cuadrado, que es la cantidad mínima recomendada para cada sesión.
Cuánto regar en cada estación
Los cambios de temperatura y cantidad de lluvia son muy importantes para saber cuándo y cuánto hay que regar un jardín.
En un clima continental o mediterráneo, con veranos secos y calurosos e inviernos fríos y húmedos hay que variar el régimen de riego del jardín.
Como regla general podemos establecer estos puntos de partida sobre el cuándo y el cuánto se debe regar un césped según la estación del año:
- en verano: una sesión de riego diaria
- otoño: un par de veces por semana, regulándolo en función de la cantidad de lluvia que haya y reduciéndolo según se acerque el invierno
- invierno: una vez al mes, y sólo si no llueve lo suficiente
- en primavera: se debe ir aumentando la frecuencia hasta hacerlo cada dos días a final de la primavera
En cualquier caso, hay que ir observando cómo está el césped, como mencionábamos en el punto anterior para saber si estamos tomando las decisiones adecuadas.
Cuándo dejar de regar el césped en otoño
No debes dejar de regar de golpe el jardín hasta que llegue el frío de verdad y haya menos problemas con la evaporación del agua. Ve reduciendo la cantidad de agua poco a poco hasta que el frío hiele el suelo o haga que el césped quede adormecido y deje de crecer.
A partir de ese punto, sólo habrá que regar el césped si el invierno es especialmente seco, sin lluvias durante una temporada larga de por lo menos varias semanas.
Riega a mano si conviene
Si ves que el césped presenta un aspecto diferente en distintas partes del jardín, puede que una parte del jardín necesite una cantidad de agua y otra parte otra cantidad.
El ahorro de agua
Qué duda cabe que el agua es un recurso natural que debemos cuidar. Debemos ser cuidadosos y racionalizar su uso. Hay que evitar malgastarla. Sea cual sea los metros que tengamos de césped natural hay que tener en consideración esta recomendación.
Si la extensión de suelo cultivado de césped es muy grande, se pueden instalar detectores del grado de humedad del suelo para saber las necesidades de riego reales que necesita el césped. A la larga la inversión resulta rentable.
(Texto extraído de la web www.lacespederia.com)